Queremos presentaros a aquellas personas y entidades que ya han dado un paso al frente, convirtiéndose en socias, para impulsar el 1er Supermercado Cooperativo y Participativo de la ciudad de Barcelona.
Inauguramos esta sección de la web hablando con Rosa Batalla, del Menjador de Ca la Rosa, una cooperativa de iniciativa social sin afan de ganancia que nació en el 2015, en el barrio de La Sagrera, impulsada por un grupo de familias y tres sòcies de trabajo.
5 años después, Rosa y Raül continúan trabajando para acercar la agroecología en un comedor escolar fuera de casa
¿A quién está abierto el Menjador de Ca la Rosa?
Nuestro proyecto está abierto a las familias del barrio de La Sagrera y a empresas y organizaciones que entiendan la ecología como una forma de vida y que por tanto, quieran contar con nosotros en sus eventos, cenas de equipo…
También, a la gente mayor puede encontrar un plato cocinado diariamente en el barrio.
¿Cual es vuestra relación con el consumo cooperativo agroecológico?
El Menjador de Ca la Rosa es motor del consumo ecológico de proximidad. Nuestro compromiso urbano es con los payeses que apuestan por este tipo de producto en el campo.
¿Desde que comenzasteis ha cambiado vuestra actividad? ¿Identificais diferencias destacables?
Continuamos con haciendo la misma tarea que comenzamos, el servicio de comedor infantil conserva su esencia.
Quizás el caterings o el servicio a otras cooperativas en asesoramiento u organización de eventos, en el ámbito de la agroecología, pueden haber madurado en este tiempo, fruto de la intercooperación en muchos casos.
¿Cual es el principal reto que actualmente tenéis?
Nuestro reto es trabajar el eje de la agroecología dentro del barrio de La Sagrera. Esto implica poder servir un mayor número de menús infantiles, con la herramientas necesarias, una cocina industrial i una red de proveedoras ecológicas con una infraestructura eficiente.
En el contexto actual de Estado de Alarma que estemos viviendo, ¿qué papel creéis que juega la Economía Social y Solidaria?
La Economía Social y Solidaria es una economía centrada en la mejora de la vida de las personas por encima del capital.
Si hubiésemos priorizado el capital, no hubiéramos visto las acciones de solidaridad que estamos viendo estos días. De repente, parece que esta economía ha de tener un lugar.
Quedándonos en casa, aún cuando no estamos infectadas, es un gran acto de solidaridad, empatía y respeto con la gente mayor y con los sanitarios. Podríamos haber salido a la calle pero poniendo a las personas en el centro y no al capital, no lo hemos hecho.
Parece que este tipo de economía es más necesaria ahora nunca
Parece que hay entre nosotras más Economía Social y Solidaria de lo que pensábamos.
Nuestra tarea es visibilizar porque es mejor una práctica que no otra, y no hablo del coronavirus, hablo en general.
¿A qué prácticas te refieres?
Un ejemplo, ¿si tenemos manzanas de Lleida porque la tenemos que importar de Chile, si sabemos que tendrán una huella ecológica mayor? No conocemos las condiciones de trabajo de las personas que han trabajado en hacer posible estas manzanas(qué horquilla salarial tienen, qué condiciones de paridad existen…), en qué plantación se ubican… Ni si se han considerado valores éticos y ecológicos en su explotación. Por citar aspectos que intervienen en este modelo de economía del que hablamos.
La Economía Social y Solidaria tiene que hacerse un hueco, hay que hacer propaganda para que sea necesaria.
Centrándonos en el proyecto del Supermercado Cooperatiu y Participativo, ¿cómo lo conocísteis?
Gracias al documental FOOD COOP, justo cuando comenzó a proyectarse en Barcelona.
¿Como socias de servicio del Supermercado Cooperativo y Participativo, podéis compartir con nuestras lectoras, 3 motivos por los cuales valorásteis hacer este paso?
Una motivo es que el Supermercado Cooperativo es un proyecto imprescindible para cerrar el círculo de la dinamización del mercado social y agroecológico de la ciudad.
No puede ser que seamos tantas consumidores convencidas y que no tengamos articulado nuestro consumo sin dificultad, sin tener que hacer largos trayectos o gestiones complejas de pedidos compartidos.
Un segundo motivo
La compra del día a día se tiene que poder resolver con facilidad.
Creando el supermercado cooperativo con un círculo de confianza, en el que se delega la selección de productos que encontrarás en los lineales a unos gestores, grupo de personas, que responden a unos criterios de consumo responsable, simplificas la gestión de la compra. Evidentemente como consumidora socia tu també puedes intervenir en la selección de estos criterios.
Y una tercera razón
La contribución que haces con la compra a proveedoras que trabajan bajo estos criterios de consumo responsable, es reconfortante. A la vez dejas de contribuir a cualquier otra forma de consumo que no responde a éstos.
¿Consideráis que el Supermercado es una iniciativa socialmente transformadora?
Sí, lo es, sin dudas.
¿Desde vuestra experiencia hay alguna fórmula para hacer sostenible los proyectos?
¿En general? Una que puede servir para la actual gestión del Supermercado es no darle demasiadas vueltas de la necesarias a las cosas, acción.
¿Qué esperáis del futuro Supermercado?
Quiero entender el supermercado com un espacio de salida de productos con una consciencia/motivo transformador. Comprar es cerrar el círculo.
Espero por tanto poder cerrar el circulo con mi compra para mejorar mi familia y a la vez los ecosistemas que se derivan de mi consumo.
Muchas gracias Rosa #coopemtoca
Un placer
