La adecuación a la nueva situación ha sido sorprendente. Estas semanas de confinamiento en casa nos han obligado a compartir para seguir trabajando juntas y no sólo lo hemos hecho gracias al trabajo de las compañeras, por crear canales y compartir herramientas, sino que confiamos en sacar algo positivo de todo este camino que ha puesto en el centro no sólo la importancia que hoy en día tiene nuestra alimentación, sino también la relevancia de las personas que participan en hacerlo posible y nuestra papel de elección.
Estos tres meses no han sido fáciles, decir lo contrario, en un contexto en el que muchas nos hemos visto obligadas a compaginar el teletrabajo, con la vida familiar… sería falsear la realidad. La no diferenciación de los espacios físicos ha relegado a un único lugar, la pantalla, todos los tipos de encuentros (también el comunitario) y esto ha sido complicado de gestionar en un proyecto como el nuestro donde los socios participan activamente. Repleto de sonrisas dosificadas con pequeños abrazos en momentos de distensión.
La emergencia sanitaria llegó en un momento importante donde nuestro proyecto cooperativo de Supermercado estaba literalmente independizando de su madre. Como explicamos en su día, el 10 de octubre del 2019 nos constituimos en cooperativa y desde entonces ha sido vital el acompañamiento que desde la Associació per l’Impuls del Supermercats Cooperatius i el Mercat Social, más conocida como Food Coop BCN, se ha hecho.
Más allá, durante los primeros meses de este año estuvimos diseñando, dibujando un calendario de acciones para este 2020. La Covid y la necesidad de analizar los resultados de inversión necesarios para hacer realidad el proyecto, obtenidos de un local en La Sagrera, gracias al trabajo de La Col y NGIngenieros, reestructuraron el orden de prioridades en los siguientes 3 meses. Contrarrestar nuestras hipótesis de partida del plan de empresa es parte de la hoja de ruta de este 2020. Es inviable avanzar en conseguir un local sin llegar a tener el mínimo de financiación propia y una base social potente.
Atraer nuevos socios al proyecto sin tener un local parece complicado pero creemos que no imposible. Mientras ¿es posible adaptar nuestras necesidades del local a lo que sabemos sin renunciar al objetivo de una amplia variedad de productos de compra? Aquí también hay diferentes opciones. Y son estos los matices que hemos comenzado a explorar durante el confinamiento, colectivamente.
Hemos querido escribir este post para compartir con vosotros el momento en el cual nos encontramos. Entendemos la complejidad de lo que tenemos entre manos y ésta denota la necesidad de hacer del Supermercado Cooperativo y Participativo de BCN una prioridad. Una prioridad que pasa avanzar junto a Mercè, Eva, Miríam y las 82 sòcias de consumo y colaboradores más, que han dado un paso al frente y llegar a ti. Te necesitamos para dar sentido a la palabra “colectivo” ¿te apuntas?